Carrusel Bloguero de Juegos de Rol: (mis) Campañas Legendarias

Bueno, la verdad es que llevaba tiempo pensando en subirme al Carrusel Bloguero … pero tiempo es lo que parece que me falta (u organización).

 

El tema de este mes: Campañas Legendarias. Os voy a hablar de las legendarias (de las que creo recuerdan con más cariño) para mis grupos de juego.

 

Para empezar voy a ser sincero. No soy un jugador ni Master de campañas. O al menos no principalmente.

Me gustan, pero he jugado pocas. Cuando tenia grupete / club / asociación del que formaba parte (¡que tiempos de juventud, oiga!) nos soliamos repartir para hacer partidas. Eso suponía que «tu diriges el viernes», «tu el sabado,» …

Lo curioso del tema es que con los años me he encontrado a gente a la que le gusta dirigir de continuo (extraña especie, master ad aeternum, que hay que mimar y conservar), pero de aquella, dirigíamos un poco y queríamos que los demás se pringasen también. De hecho era una buena forma de evitar comportamiento egoístas o pueriles en los jugadores (si, haz el tonto, que la próxima la diriges tú …).

Entendedme, jugamos campañas (pequeñas). Pero eramos «jugadores de Líder». De partidas cortas (oneshot, como se dice actualmente). No había internet (si lo había, pero no html ni estaba extendido como hoy en dia) y las revistas venían cargadas de módulos (ojo, los de la Troll, fanzines o revistas nos encantaban, pero por la duración en el tiempo creo que fue la Líder la revista más representativa).

La revista Líder era la caña.

¿Que campañas fueron o son legendarias para mí?

Como jugador

El Rastro de Tsathogghua para la Llamada de Cthulhu (Joc) es probablemente una de las que recuerdo con más cariño. Tengo recuerdos confusos de esa campaña (hablamos de hace veinte años), pero recuerdo a mi personaje Thomas Aniolowsky (pobrecillo, que mal quedo de la cabeza) y que jugabamos donde podiamos. Cafeterías, parques, casas, trasteros, …
Jugabamos mucho, dos o tres partidas a las semana y de buena duración. Se enlazaban las aventuras importantes con algunas de El Manicomio.

Y recuerdo esa sensación de descubrir misterios más antiguos que el hombre (y que enlazaba en mi mente con la película «La Cosa» de John Carpenter, que ha tenido una aceptable precuela recientemente).

 

 

Como Master

Me asaltan dudas.

¿Que es una campaña? ¿Y que es un módulo largo? ¿Una campaña son una serie de aventuras entrelazadas?

¿O sólo cuando hay un leit motiv que las unifica?

A poco que te lo curres y gracias a ese enemigo recurrente, organización malefica, … puedes convertir tus aventuras sueltas en una campaña con cuatro cambios (por ejemplo jugué con los mismo personajes El Maizal (Nsd20) y Los zapatos del muertos de Haunted House; con algo de maña podría haber sido el inicio de una campaña similar a la serie de TV «Almacen 13»).

El caso es que Sarah (más bien módulo o mini-campaña) es una aventura que me ha perseguido y he dirigido muchas veces. La tengo asociada a vivencias personales importantes (además de ser una aventura muy entretenida). Para mi es de obligada referencia, muy cinemática. Es un poco «railroad» pero merece la pena.

 

El Retorno a la Fortaleza de la Frontera (AD&D), es un módulo / sandbox / campaña con la que disfrutamos mucho (especialmente con el bárbaro semiorco Dench y su compañero Hotep). Es una de esas veces en las que creo que mis jugadores han sentido la presencia del setting, al volver a la fortaleza e interactuar con sus ocupantes entre sus expediciones a las cuevas cercanas (en las que realizaban un sano ejercicio de saja-raja).

La Isla de los Grifos es otra enorme campaña.

Probablemente si tengo que escoger una, estaría entre esta y Pendragon.

Me encanto como jugador (ibamos con nuestros Espadas de Humakt repartiendo justicia como si no fuese a haber un mañana, mientras nos encontrabamos con fantasmas devoradores de pulgares, Diosas olvidadas del fuego, ciudades a las que les gustaba tomarte el pelo y mariscadas de tamaño industrial …).

La he dirigido o aprovechado parcialmente un par de veces al menos. Y sigo pensando que es una campaña modélica.

 

Probablemente como Master las que más he disfrutado  fueron partidas semi improvisadas (en AD&D e incluso con Goblins & Grutas).

Ahora podría tirarme el pegote, Play Unsafe (libro con una serie de consejos y reflexiones sobre la improvisación) era mi referencia … pero no (es más, no estaba ni escrito de aquella). Sencillamente empezábamos partidas y según el giro de los acontecimientos iba ampliando el mundo de juego y las aventuras -muchas veces tomando prestadas ideas de libros o incluso módulos completos con pequeñas variaciones-. La Isla de los Grifos se asomó en alguna ocasión, junto ideas de partidas sacadas de El Príncipe Valiente (digan lo que digan, un juego estupendo).

Algunas notas pululan entre papelotes por aquí, junto con el mundo de Fleint que empece a describir … muchas de estas campañas (entre las que destaca «El Elfo Loco» -no era mi título, pero así fue como la bautizaron mis jugadores-) eran luchas de un grupo de héroes tras batallas perdidas, búsquedas de objetos míticos o cruzadas para lavar su reputación injustamente dañada…

Creo que la imagen de Conan al principio de algunos relatos en las que huye tras alguna batalla  fue el germen de estas ideas (y otro de mis «clásicos», enemigos cambiaformas, surge también de ahí y de mis adorados doppleganger).

Era muy divertido (y un tanto estresante). Y caótico (había que vigilar que conseguían en cada aventura).

Funcionaba bien en niveles pequeños (en AD&D hasta 5 o 6). Más allá, se volvía para mí complicado y demasiado poderoso, «bestía». Para limitarlo un poco, inventamos de aquella una regla casera para los pg … no podían sobrepasar el doble de constitución, lo que pasase de allí eran puntos de combate que servían para esquivar golpes en el ultimo momento (pero no valían para tramapas u otras situaciones como caidas).

Algo parecido hubo posteriormente en el d20 Moderno en Star Wars d20 años después. (¿No teneis a veces la sensación de que esa idea que atesoráis alguien os la ha robado de la cabeza?)

Y callo ya. Al menos con campañas dirigidas. Eso sí, como toda una generación, adapte librojuegos para jugar a rol, algunos de ellos sagas (Lobo Solitario varias veces, Leyenda Élfica a Goblins & Grutas hace unos seis o siete años, por ejemplo).

 

Y por el camino …

Como Master he  iniciado algunas no que llegaron a buen puerto. Las empezamos, pero no las terminamos basicamente por dos posibles causas: Total Kill Party (personajes caídos en combate) … o jugadores desaparecidos en combate -jugadores, no personajes-. Para mi la segunda posibilidad es la más frustrante; te esfuerzas, te curras la campaña … y te la comes con patatas. Dentro de las inacabadas tengo el Enemigo Interior de Warhammer, La Bestia No Debe Nacer de Ricard Ibañez, Las Piedras del Destino, … e inexplicablemente me perdí como jugador algunas como la Dragonlance o Las Máscaras de Nyarlathotep (que reiniciamos tímidamente hace poco).

 

Y muchas otras me miran con ansia desde la estantería (Lo que el ojo no ve, Orient Express, El tesoro de la Desesperanza  … ).

Tranquilos chicos. Ya os tocará.

 

 

Afortunadamente, tengo campañas en juego actualmente.

Como Master la Gran Campaña de Pendragon (¡¡estamos en el año 510!!). Hemos jugado unos 15 años (algunos años como el 510 los jugamos fragmentados en varias sesiones) y nos quedan casi sesenta. Cálculo que tenemos para dos años a este ritmo (unas 30 partidas al año). Juego con dos amigos (uno de ellos a través de Skype) y creo que la permanencia de la historia, ver que ocurre con sus familia, su huella en los hechos … lo estan convirtiendo en una campaña para recordar. Espero que la podamos terminar. Creo que Sir Galadorn y Sir Delivant tiene todavía mucho por hacer …

Como jugador, Las Montañas de la Locura parecen lanzarme las redes (estamos empezando por chat). Es más lento y supone perder algo de horas de sueño, pero «no guts no glory». Y tengo ganas de jugar de manera que los personajes se mantengan en el tiempo (es una de las ventajas que le veo a la Pathfinder Society, donde se podría decir que estoy jugando en dos mini-campañas).

 

Hala. Ya callo del todo.

 

Si has llegado leyendo hasta aquí, tiene mérito … ¡Ah! ¿Que quieres más y mejor?

Echa un ojo a los enlaces que aparecen aquí http://www.veinticincohoras.com/2012/01/carrusel-bloguero-de-juegos-de-rol.html

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3 respuestas to “Carrusel Bloguero de Juegos de Rol: (mis) Campañas Legendarias”

  1. Maestro Terrax Says:

    ¡Qué vida campañera más activa! ¡Bravo! ¡Envidia!

  2. Pedro J. Says:

    Un repaso que ha despertado mi nostalgia, y muy personalizado, Mario, ¡enhorabuena! La añado ahora mismo al listado.

  3. MARIO Says:

    @Terrax, ese el objetivo de este blog ¡¡dar envidia!! XDD No, en serio, no han sido campañas largas (por ejemplo, no han superado el año de tiempo real, si no me equivoco) y muchas de las citadas han tenido lugar hace más de diecisiete años (excepto El Retorno y y las semi-improvisadas). Y veo clubs (por ejemplo en Asturias), que tienen un ritmo de juego envidiable (La Forja o la asociación de Pedro, Odisea, o los que acuden todos los sábados a jugar a Mazinger Gijón …). Lo que si he recuperado desde hace unos años es la partida semanal, y además la complemento con Umbria (la metadona del rolero, como he escuchado en alguna ocasión, tal vez es un poco injusto con otra forma de jugar). Pero mira, otros tienen ayuda en su blog y proyectos y traducciones en marcha (en serio ¿De donde sacais tiempo? ¿No comeis?).

    @PedroJ. este blog despide nostalgia por los cuatro costados 🙂 Lo de que sea personalizado, es otra marca de la casa. Cuando quiero hablar de algo, acabo hablando de mis experiencias (tal vez se debe a ponerse a escribir a altas horas de la noche XD ). Para mi el blog es una via de comunicación y de contar experiencias un poco en la línea de un diario más clásico. Me gusta mirar los reportajes y recordar a que jugue ese mes o que haciamos tal día …si no cada vez parece que las partidas se olvidan (como lágrimas en la lluvia). Ojalá tuviera un blog desde el principio y pudiese curiosear en lo ocurrido hace años sinque se mezclen recuerdos de diferentes partidas y sin enfrentarme al olvido. Recordar partidas, compañeros de juego (¡compañeros de clase en E.G.B.!). En fin, que me pongo tierno …

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